Olga Barbosa, Dra. en ecología y fundadora del programa vivo:

“El desarrollo económico y la conservación sí son compatibles” 

Isidora Rodríguez

El Programa Vino, Cambio Climático y Biodiversidad es una iniciativa científica del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y la Universidad Austral de Chile, cuyo objetivo es mostrar la compatibilidad entre la conservación de la biodiversidad y el desarrollo del sector vitivinícola chileno. La Doctora Olga Barbosa fue la fundadora de este programa, el cual consistió en trabajar con viñas, a través de la investigación e implementación de buenas prácticas agrícolas logrando recuperar más de 20.000 hectáreas de bosque nativo en la zona central de Chile, a través de acciones como la mantención de vegetación nativa, protección de las especies y de áreas verdes de alto valor ecológico. 

Ella explica que la conservación y el manejo sostenible de la biodiversidad no sólo debe hacerse en áreas protegidas, sino también en paisajes donde vivimos y producimos, lo cual es fundamental para la adaptación al cambio climático. 

¿Qué fue lo que te incentivó a acercarte a las ciencias biológicas?

Primero que nada, fui una de las personas privilegiadas que pude estar cerca de la naturaleza siempre. Eso asociado a entender cómo la naturaleza funcionaba, derivó en algo más científico. Estudié Biología porque amaba la genética, la biología molecular y luego fui conociendo la Ecología.

Hice el Doctorado en Ciencias Biológicas con mención en Ecología y me interesa un tema que se llama Ecología Ecosistémica, mirar ciclos bioquímicos. Mirar lo invisible, cómo el ciclo del agua se relaciona con la fragmentación del hábitat por ejemplo. Pero todo siempre fue en Parques Nacionales. 

Luego, realicé un post doctorado en Inglaterra y trabajé también en Biodiversidad pero llevado a la ecología urbana y ahí fue otro mundo. Era empezar a mirar lo mismo que había mirado siempre, pero en las ciudades. Se comenzaron a hacer mucho más patentes las interacciones del ser humano con la naturaleza y cómo el ser humano se beneficia. 

¿Y ahora cuál es tu enfoque?

Después de haber estudiado los factores que amenazan a la naturaleza, ahora trabajo en buscar soluciones para que esas amenazas disminuyan, enfocadas a que la gente aprenda y derribe mitos que están arraigados a la sociedad, como por ejemplo cuando piensan que el desarrollo económico y la conservación no son compatibles, pues sí lo son. 

¿Cómo llevas a cabo estas soluciones para disminuir las amenazas a la biodiversidad?

El Programa VCCB es una iniciativa científica del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y la Universidad Austral de Chile, cuyo objetivo es demostrar que la conservación de la biodiversidad y el desarrollo de la industria vitivinícola chilena pueden ser actividades compatibles.

Hemos trabajado diez años con la industria vitivinícola pero ahora estamos avanzando con los olivos y con la industria lechera, en el contexto que necesitamos cambiar las prácticas de agricultura, que es paradójicamente una de las amenazas más importantes de la biodiversidad, pero vivimos de ellas y tienen un rol cultural súper importante. Entonces, lo que hicimos con las viñas fue desarrollar investigaciones con ellos, con capacitaciones constantes al personal de la viña y todas las viñas han optimizado el uso del agua, algunas incluso dejando de usar agua en riego. Han ido reponiendo la vegetación.


Más información sobre el programa y el instituto de Ecología y Biodiversidad en https://vccb.cl/  y https://ieb-chile.cl/ 


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