Esta startup chilena produce proteínas para la industria farmacéutica a través de moscas modificadas genéticamente. La opción de ByBug resulta ser menos contaminante que el proceso regular.

Alikum es una mueblería y juguetería de la Región de Tarapacá. Dedicados a rescatar material desechado por la industria minera para reinventarlo. Trabajan bajo el concepto de economía circular.

La Ecoferia de La Reina es una asociación gremial que instala su mercado todos los miércoles y sábados en la Plaza Chile-Perú. No sólo entregan productos de alto estándar de sostenibilidad, sino que dialogan y educan a la comunidad.

Wheel the World es una empresa consolidada en 2018 que entrega un servicio de booking para personas con discapacidad y movilidad reducida. También, se encargan de realizar intervenciones en espacios turísticos y puntos de interés para garantizar la accesibilidad.

Trainfes se lanzó de manera oficial en 2020. Desde esa fecha han realizado terapias de manera efectiva para 1500 pacientes. Su innovación consta en máquinas de electroestimulación que los pacientes llevan a sus casas para tratarse a diario.

Este proyecto educa y concientiza sobre la vida salvaje y la fauna a través de sus viñetas con un estilo humorístico. También aportan el 50% de sus ganancias a diversas fundaciones dedicadas a la defensa de los animales.

Kénos es una empresa dedicada a la cosmetología sustentable. Su proyecto se rige por principios medioambientales. Buscan mitigar la contaminación generada en la industria a través del reciclaje, la reforestación y la esquila de ovejas con un enfoque de cuidado animal.

Esta empresa presta servicios de asesorías inmobiliarias para personas que quieran cambiar su estilo de vida. La idea es reducir el consumo, mitigar el daño ambiental y disminuir el gasto de recursos.

Esta iniciativa público privada impulsará emprendimientos de alto potencial tecnológico. Brindarán financiamiento a Startups que trabajen bajo los pilares de la sustentabilidad para mitigar el impacto del Cambio Climático.

A través de un sistema de economía circular compran frutas y verduras prontas a ser desechadas o con algún defecto para venderlas a precios más bajos al público. Además aportan alimentos para comedores sociales.