3 de cada 10 mujeres no trabajan por cuidar

Isabel Tolosa L.

Para revertir estas cifras hoy ingresó al Senado el proyecto de ley de conciliación de la vida laboral, familiar y personal. Durante 9 meses se levantaron opiniones, principalmente de mujeres que no trabajan por cuidar y de más 160 organizaciones de la sociedad civil que aportaron una mirada urgente sobre corresponsabilidad y el derecho a tener jornadas de trabajo híbridas -presencial y telemática- para personas que realicen labores de cuidado a menores de doce años, y a personas con dependencia severa o moderada.

La ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara; la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana; y el subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo, presentaron el proyecto en el Teatro Municipal de Quinta Normal. La sala estaba repleta, principalmente de agrupaciones que luchan por la equidad de género y que han dado la pelea por este proyecto desde el inicio como Yo cuido, Yo Quiero Estar, Casa de la Mujer Humachuco, Todas Juntas Avanzamos y la Fundación Ronda.

La historia de una mujer que no trabaja por cuidar

Grace Soto Donoso, tiene 44 años, está casada hace 20 años y es madre de tres hijos, Nicolás, Aquiles y Amparo. A sus 18 años, nace el primero con una malformación congénita y fue operado a sus 5 días de vida a corazón abierto. 13 años después nace su segundo hijo y al año 3 meses, sufre un accidente. Se le cae encima una mesa de ping-pong quedando con un TEC cerrado y su cráneo partido.

«Dejé absolutamente todas la áreas de mi vida de lado, mis trabajos, mis proyectos profesionales, sueños e incluso familia y amigos por miedo al rechazo y a la discriminación», cuenta Grace a la audiencia que la escucha en silencio. Ella ha tenido al lado siempre a su marido, Marcelo, quien sin conocer la palabra ha puesto en práctica la corresponsabilidad. Por estabilidad económica, juntos, decidieron que ella cuidara. Hoy, que sus hijos ya están grandes y sanos, encontró en la Fundación Ronda y el programa «Protagonistas» una forma de salir adelante. En este mismo lugar se topó con otras historias de mujeres solas, que trabajan por cuidar y que es distintas a la suya, pero igual de complejas.

He visto mujeres que viven en su propia piel la indiferencia, el rechazo y los golpes de la violencia económica, de género y un abandono silencioso.

Grace Soto, dejó de trabajar por cuidar

«He visto mujeres que viven en su propia piel la indiferencia, el rechazo y los golpes de la violencia económica, de género y un abandono silencioso que para algunas, incluso ha significado morir con la angustia de qué sucederá con esas personas que cuidan», concluye con aplausos su exposición.

El proyecto entra al Senado

La ministra Jara informó que el proyecto ya fue ingresado en el Congreso Nacional, por lo que se espera un pronto inicio de la tramitación en la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado: “Este proyecto de ley que se ingresa al Congreso Nacional para su rápida discusión, lo que busca es poder permitir el teletrabajo y el trabajo híbrido con seguridad laboral, desde los espacios que están muchas veces ubicados en las mismas casas de las trabajadoras, pero que hoy día va a tener, además, una supervigilancia por parte de las instituciones fiscalizadoras, a fin de disminuir los riesgos psicolaborales, particularmente, y de proveerle los insumos que requieran para el ejercicio de su labor”.

Quienes no trabajan por cuidar, no pueden seguir esperando

Por su parte, la ministra Orellana indicó que “estamos muy contentas del proceso de diálogo con todos los actores que llevó a que podamos presentar este proyecto de ley. Queremos agradecer al Ministerio del Trabajo, por su gran tarea en poder conectar esos distintos puntos de vista, los de las madres, los de los empleadores, los de las organizaciones de trabajadores, los de la OIT, que nos ha apoyado en todo este proceso. Estamos muy expectantes de que esta misma transversalidad vista en la preparación de este proyecto de ley pueda verse también con una rápida tramitación en el Congreso, porque las mujeres, las familias y los trabajadores y trabajadoras de Chile así lo esperan”.

En el marco del incentivo de la corresponsabilidad entre hombres y mujeres que trabajan por cuidar, el proyecto se suma a la ley que reduce de forma gradual la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales que, en el mismo sentido, contempla bandas horarias de ingreso diferido y días de feriado adicional compensados para utilizar libremente.

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